martes, 2 de noviembre de 2021

17 Lección, Sexto Grado, Segunda Orden

 "La Medicina Rosacruz"


-El Colegio Invisible de la Rosacruz no es un Centro Sanitario ni sus miembros, salvo en el caso de los colegiados médicos, están autorizados para ejercer la Medicina-


La Medicina Rosacruz es un Tema extraordinariamente complejo; dado que los adeptos rosacruces, que se dedican a curar a los enfermos, no poseen un método Rosacruz, digamos, único.


Hay adeptos rosacruces que son médicos colegiados y están autorizados y capacitados para ejercer la Medicina halopática, en su Especialidad, de forma oficial y autorizada por la autoridades competentes.


También hay adeptos rosacruces que ejercen una o varias ramas de la Naturooatía; es decir de la Medicina no convencional como la Fitoterapia, la Homeopatía o la Oligoterapia, por poner solo tres casos como ejemplos.


Otros adeptos Rosacruces, siendo expertos en Psicología y Medicina natural u otros medios de Sanación alternativos, utilizan el efecto placebo de la Sugestión o Autosugestión, e incluso los métodos hipnóticos para aliviar e incluso sanar enfermedades de origen psicosomático.


Dentro de éste último apartado de la Psicología, el Efecto Placebo y la Autosugestión hipnótica, algunos sanadores rosacruces utilizan métodos de curación a distancia y que pudieran resultar, para los neófitos en estos asuntos, algo verdaderamente extravagante y fuera de cualquier tipo de racionalidad lógica.


Todo ello ha creado una aureola de Magia, tanto en torno a todo lo denominado Rosacruz como de los miembros de las instituciones rosicrucianas que así se autodenominan.


La Rosacruz entiende que, en último término, es el Paciente el verdadero médico y quién se cura a sí mismo; tanto sea mediante su natural sistema inmunológico, en el caso de las enfermedades de naturaleza infecciosa, por lo tanto de carácter biológico, como de aquellas que poseen un origen derivado de desajustes psicológicos; es decir, enfermedades psicosomáticas.


Desde hace siglos, algunos adeptos rosacruces han venido utilizando el mesmerismo o imposición de manos para aliviar e incluso sanar determinadas enfermedades. Y aunque se habla, de forma incorrecta, del poder de magnetización de los sanadores, lo cierto es que, en muchas ocasiones, resultan una terapia extraordinariamente  efectiva. 


En este sentido, Científicamente nada se ha podido demostrar porque no hay nada que demostrar. Hay sanadoes evangelistas que curan por imposición de manos en entornos ritualísticos ruidosos y hay curanderos tradicionales que lo hacen en el más absoluto silencio; pero en todos los casos, lo verdaderamente importante, es la actitud positiva y receptiva de los pacientes.


Los pacientes, en todos los casos, terminan curándose por la Fe; es decir, porque desean ser curados, sienten con fuerza que serán sanados y esa Fe que depositan en el Médico, en el Naturópata, el Sanador o el Curandero, es lo que, en verdad, les devolverá la salud.


Esa Fe, es evidente que se trata de un profundo estado sugestivo muy cercano o idéntico al proceso hipnótico.


El que un Sanador le diga a sus pacientes que no les cobrará nada, provoca una aureola mágica sobre éste y que es sentida por el Paciente, haciendo que éste se abra a la Fuerza Curativa que siempre ha circulado por su Organismo. En éste sentido, los sanadores rosacruces, funcionan a modo de catalizadores del proceso curativo.


En muchas ocasiones, la mayoría, los pacientes lo que verdaderamente requieren, más que ciertos medicamentos, es ser escuchados y que les dediquen algo de tiempo y eso, los sanadores rosacruces, ya sean doctores, terapeutas naturópatas o psicólogos, saben realizarlo muy bien.


Los sanadores rosacruces conocen muy bien que su función es servir de apoyo moral a los enfermos y ayudar, mediante determinadas pautas, a canalizar la fuerza Curativa de sus pacientes; pero no de forma rutinaria y preestablecida sino de forma individual y particular, adaptada a la idiosincrasia de cada Paciente.


De algún modo, el Sanador Rosacruz se metamorfosea de un modo diferente y único para cada uno de sus pacientes. No trata a dos pacientes con el mismo método ni utilizando las mismas palabras. Es como si el Adepto Rosacruz se amoldara a las necesidades somáticas del enfermo.


En realidad los sanadores rosacruces, más que la función de médicos ejercen la función de Celadores. Un Celador no va a curar alguna enfermedad; pero es imprescindible para llevar al enfermo, desde su habitación hasta el quirófano, donde sí será intervenido para ser curado. Y esa es la actitud que debe de poseer todo sanador Rosacruz, la de un Celador que guía al paciente hacia su autocuración interior.


Por otro lado, es importante matizar que los sanadores rosacruces jamás, bajo ningún concepto, deberán de interferir en los tratamientos médicos convencionales, ya sean con fármacos o mediante procesos quirúrgicos. En todo caso, en enfermedades de extrema gravedad y que no procedan de origen psíquico, los métodos rosacruces deben de ser utilizados a modo de coadyuvantes; es decir, como una suerte de apoyo secundario dirigido a potenciar la Fuerza Interior del Enfermo con el fin de facilitar que los procesos curativos, convencionales, produzcan un buen resultado.


En el caso de las curaciones a distancia; es importante que el paciente conozca que hay personas que se preocupan por él. Personas que considera tienen algún tipo de poder especial para realizar milagros. 


En estos casos es muy importante involucrar, en el proceso, a los pacientes solicitándoles alguna foto con el fin de "canalizar, de forma más efectiva la energía" y haciéndoles partícipes del Proceso mediante algún tipo de escritos periódicos a mano, mediante tinta líquida indicando como se sienten, por poner un caso, con el fin de que el propio paciente se sienta involucrado en un complejo proceso que él creerá primero y sentirá después como algo verdaderamente efectivo.


Aquí no se trata de estafar o engañar a nadie, en tanto que no se va a cobrar ni un céntimo por todo el Proceso. Estamos hablando de que, mediante artificios sujestivos, provoquemos en el paciente una confianza en que sanará y esa confianza o actitud positiva es la que provocará que los elementos sanadores, existentes dentro de su Organismo, actúen de forma adecuada.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C