sábado, 4 de marzo de 2017

“El, a nuestro parecer, vergonzante e ignorante intrusismo del Estado en los medios de formación”



“Es brutal la manía esta de "matar al padre".... Los fisios han aprendido Osteopatía de osteópatas... ¡¡¡Que no son fisios y ahora, como no, quieren cargarse a los osteópatas porque no pertenecen al sistema, a quienes les enseñaron la técnica a ellos....!!! ni más ni menos.... Qué manera de hacer las cosas...” (Nuria Romaguera-facebook)



Se habla de intrusismo profesional por parte de los homeópatas, aunque estuviesen titulados en el extranjero, por parte de los médicos alopáticos de este País.


No se habla de intrusismo profesional de los psicólogos en la psiquiatría, porque ambas son carreras universitarias totalmente regladas a nivel Mundial. En el supuesto de que en España no existiese la psicología está claro que serían, los psicólogos, considerados como intrusos profesionales. Evidentemente eso no sucede.

Los masajistas existen desde toda la vida y los osteópatas desde el siglo XVIII; pero ahora resulta que salvo que sean, al mismo tiempo fisioterapeutas, estarían realizando intrusismo profesional. Seguimos hablando de este bendito País.

Lo que no se cuenta es que en muchos países, como en nuestra vecina Francia y que de tontos no tienen ni un pelo, además de impartirse la carreta homeopática también se imparte la Osteopatía como titulación universitaria.

Aquí, en el País de Cervantes, como somos tan sumamente listos, más que nadie, alguna lumbrera decidió que el masaje y la osteopatía, para ser ejercidos, se deberían realizar bajo el paraguas de la novísima carrera de la Fisioterapia. Sí, porque a alguien le salió de semejante parte y punto. Claro que todo tiene un por qué; pero no se trata del que están pensando.

En Francia, por ejemplo, son dos carreras completamente distintas, la Osteopatía y la Fisioterapia; y aunque supongo que algunas asignaturas podrían ser convalidadas entre sí, el conjunto de los ciclos de estudio no lo son porque la fisioterapia y la osteopatía tratan los mismos o parecidos problemas desde diferentes perspectivas y técnicas.


“Hace 20 años en la escuela de Osteopatía donde yo enseñaba Kinesiología venían a aprender de presuntos delincuentes las técnicas que ahora pretenden enseñar en un posgrado. Yo soy Naturópata desde hace 30 Años. Soy ilegal porque el estado ahí lo quiere. Pero a mis formaciones siguen viniendo médicos y fisios y son bienvenidos” (Pedro Cano Huelves- Facebook)


Ahora díganse a ustedes mismos ¿quién está realizando intrusismo profesional? ¿La osteopatía por ser una práctica minoritaria y no reconocida en este País, o el Sistema Universitario de la Fisioterapia oficial, regular y aceptada por el Estado, por apropiarse de unas técnicas que no le son propias?

Sí, porque si al menos solo hubiese hecho eso, no habría problema alguno, pues sería un reconocimiento de la validez de los métodos osteopàticos; pero no, aquí de lo que se trata es que ya, nadie puede ejercer la osteopatía salvo que sea un diplomado fisioterapeuta.

En muy breve tiempo sucederá exactamente lo mismo respecto de los monitores en fitnes y aerobic, se lo deberemos a los iluminados de Ciudadanos, que tendrán que tener una Carrera Universitaria, la de educación Física u otras, para poder ejercer su profesión y si no ya saben a casita, parados que así se está mejor o a pasar a ser considerados como intrusos profesionales aunque llevaran veinte años ejercitando su profesión; y si no, a hincar los codos y a sacarse la carrera, aunque lo que allí estudien poco les pudiera servir en su trabajo en el gimnasio.

Repito. ¿quién está realizando intrusismo profesional? El Estado y además con el agravante de realizarlo con un extraordinario abuso de autoridad ¿quién puede ir contra el Estado? Nadie y si no, ya saben, considérense como fuera de la Ley y ¿qué significa eso? Pues que a lo sumo podrían ejercitar su profesión si trabajan para alguien que sí posea el título y si intenta trabajar por su cuenta, usted no podrá aparecer como el dueño de su negocio sino que necesitará una firma cualificada y avalada por una carrera universitaria y su titulación oficial. Es decir, usted deberá pagar a otro por su firma aunque el trabajo lo realice usted.

Porque de otro modo no podrían obtener un Seguro de Responsabilidad Civil y, es evidente, así también estaríamos fuera de la Ley y desprotegidos ante cualquier posible accidente.

El Sistema de estudios oficiales no trata sólo de formar profesionales sino, también, de domar, domesticar a obedientes borregos que puedan ser perfectamente controlados y que les sirvan, asimismo, de inspectores y chivatos con aquellos que no comulgaran, por el motivo que fuere, con la oficialidad vigente. Si yo he tenido que realizar una costosa carrera de cinco años para poder ejercer ¿cómo va a venir este intruso que solo ha estudiado dos años y de forma no oficial a quitarme el trabajo? No lo puedo consentir y deberé denunciarlo.

Lo curioso es que mucho, muchísimo, de lo que se ha estudiado en esos cinco años de carrera, mínimo, en realidad no sirve para ejercer la profesión, sino como filtro de control para que solo los más pudientes puedan llegar a licenciarse. Dicho lo cual, siempre tendremos unos cuantos licenciados de las clases más pudientes y una inmensidad de ciudadanos, oficialmente analfabetos e iletrados, que deberán conformarse con salarios de miseria dada su falta de homologable instrucción.

Dicho lo cual, solo nos queda, quizá nuestros ojos lo vean, que llegue, algún día, a solicitarse algún tipo de licenciatura para poder ejercer de barrendero o de prostituta; perdón, de scort.



“Yo lo que digo es que Todos los profesionales deben garantizar su trabajo. O con un seguro personal, o por un colegio profesional, o por una responsabilidad corporativa. Sin embargo estoy de acuerdo en que a veces más parece un lobby anti competencia que una defensa del consumidor” (Juan de Teruel-facebook)




Aralba

viernes, 3 de marzo de 2017

Reivindicación del Término Culturismo




Hoy se habla mucho de body building o musculación; pero la palabra original, Culturismo, parece estar relegada al desuso. ¿Por qué?

Suele suceder a menudo que palabras de uso corriente terminan sonando mal o identificadas con algo políticamente incorrecto; pero me temo que en esta ocasión se trata más de colonialismo anglosajón con el Término Body Building, o tal vez no del todo.

El Culturismo, en su origen, suponía no solo una construcción corporal sino también moral e intelectual. Se trataba de conseguir al hombre perfecto, renacentista, en todas las facetas de la vida. El Culturista no solo tenía que poseer un cuerpo apolíneo y capacidad atlética sino ser, además, un caballero culto, instruido y moralmente impecable.

Desde luego, el término Culturismo posee un significado mucho más amplio que musculación o body builder. Se puede ser un perfecto monitor de musculación o poseer un cuerpo simplemente perfecto; pero si solo se tiene eso, no se es un Culturista verdadero.

Hoy en día se relaciona al Culturismo con el doping y drogas hormonales de todo tipo; pero es absolutamente falso que esto siempre fuese así.

Es cierto que la mayoría de los primeros culturistas o eran médicos o gente relacionada, de un modo u otro, con la salud y la nutrición.

Los suplementos alimenticios y nutricionales son consustanciales con el Culturismo original; pero nada que ver con el doping de esteroides, anabolizantes, insulina y hormona del crecimiento que se extendió como la pólvora a partir de la mal llamada Edad de Oro del Culturismo y que fuera propiciada por los hermanos Weider y de los que formaron parte de ella, entre otros muchos, Arnold Swarzeneger o Lou Ferrigno.

Tan solo hay que comprobar los cuerpos musculados de los culturistas que competían por el Mr. Universo, anteriores a esa supuesta Edad de Oro que inauguró las primeras competiciones del Mr. Olympia y cuya Federación siempre estaría en manos de los Weider y de sus empresas.


En la actualidad, el Body Building, heredero de las técnicas Weider, no me preguntéis el por qué, busca cuerpos voluminosos, ultra musculados y con una definición y vascularización que ralla con lo monstruoso, no natural e inhumano, nada que ver con los cuerpos tonificados de aquellos culturistas de antaño que nos interpretaron, en el celuloide, tanto a Tarzan de los monos como, en los peplums, a los antiguos héroes griegos.

Por lo tanto, de forma particular, deseo recobrar para mi Blog el término Culturismo y Culturista, por encima de los de Body Building y Body Builder; dado que entiendo que nos solo es la palabra original que denominaba a la práctica deportiva del levantamiento de pesas y la posterior exhibición de aquellos cuerpos casi perfectos, no por narcisismo sino como medio de publicitación de la Disciplina, sino también porque no me identifico con las modificaciones impuestas por Weider y los suyos, que muy a pesar de lo que hicieron por la popularización de los gimnasios de pesas y la ingesta de positivos suplementos nutricionales, no solo no impidieron sino que promovieron algo tan insalubre como es el consumo de sustancias peligrosas para la salud.

Evidentemente no se puede expedir un diploma de monitor en Culturismo, dada la amplitud del significado del término, y esa es la gran diferencia existente con el Body Building o musculación y por lo que yo reivindico la palabra Culturismo como la designación de algo, no solo inocuo, sino también muy beneficioso para la salud integral; no solo personal, sino también de la propia Especie Humana.

Todos los deportes, incluidos el atletismo y la propia gimnasia se han beneficiado de los entrenamientos de musculación generados en el ámbito del Culturismo.


Aralba