"Sobre las terapias energéticas y alternativas"
-Las cartas sobre la mesa-
Que muchas de las terapias complementarias funcionan es un hecho irrefutable. Que las explicaciones que se suelen dar al por qué funcionan son estúpidas, incoherentes e irracionales, también.
Si existen dos sentencias que la Medicina y, por lo tanto, la Ciencia avalan son: la influencia que posee la mente sobre nuestro organismo y que, a fin de cuentas, es la propia Inteligencia del Cuerpo la que realiza la curación, siendo los medicamentos meros medios que funcionan a modo de llave o interruptor que propicie la reacción del Sistema Inmunológico
Resulta una falacia decir que los médicos curan o que las medicinas curan. Los médicos son quienes recetan los principios activos médicos y éstos los que activan el proceso curativo en nuestro Organismo.
La influencia de la Mente y de nuestro estado de ánimo sobre nuestro cuerpo es tan evidente, para los médicos, como que existe la hipocondría y los problemas médicos psicosomáticos. Nuestro estado mental influye sobre nuestra salud física, creo que esto queda claro. Muchas de esas enfermedades psicosomáticas pueden curarse cambiando el estado de ánimo o dirigiendo la forma de pensar de un modo más positivo. Por otro lado, esos desajustes psicosomáticos, de cronificarse, pueden derivar en patologías orgánicas mucho más graves y que solo pueden tratarse, con medicación, sobre nuestro Sistema Inmunitario.
En éste sentido, considerando que un elevado porcentaje de las enfermedades cotidianas son de origen psicosomático, es natural considerar que la sugestión y el efecto conocido como placebo tienen que tener un efecto positivo en el tratamiento de dichas dolencias, previniendo con ello la aparición de las verdaderamente graves enfermedades orgánicas que pudieran derivarse al no ser tratadas las psicosomáticas.
La importancia del Sanador, en éste sentido, es fundamental y se basa tanto en su carisma como en su capacidad de convicción sobre sus pacientes. Saberse en manos de una persona que sabe lo que hace es un consuelo y nos acerca a la autosanación de nuestras dolencias. Basta que un médico creíble nos ofrezca un placebo, que nosotros no conozcamos que es tal, para que sintamos una inmensa mejoría y esto, queridos amigos, es producto de la Sugestión y ¿Que hemos dicho que es la sugestión?, La influencia incuestionable de la Mente sobre el Cuerpo. Si deseamos con todas nuestras fuerzas; es decir, tenemos verdadera Fe en que seremos sanados, nos curaremos. Si, por el contrario, nos mantenemos en pensamientos negativos y depresivos, no solo la enfermedad se agravará sino que será fuente de más y más enfermedades que podrían terminar colapsando a nuestro Organismo.
Bien, ya hemos dicho que el Poder de la Mente puede curar al Cuerpo; pero qué son la Mente y el Cuerpo: Energía vibratoria. La Materia y la Energía son intercambiables, lo único que las diferencia es su frecuencia vibratoria. La materia vibra a unas frecuencias muy bajas y la energía lo hace a unas frecuencias muchísimo más altas. Es en éste punto, cuando podemos entender el por qué la Mente puede sanar al Cuerpo; es decir, como la energía, con una vibración alta, puede equilibrar al organismo cuya vibración es mucho más baja.
Nos reafirmamos en lo dicho en otras ocasiones y no aceptamos discusión posible: los tratamientos sanadores mediante "energía vital", se basan en el poder de la mente sobre el cuerpo y nos da lo mismo que se denominen Toque Terapéutico, Sanación Rosacruz o Reiki. Se trata de la autosanación por autosugestión y no hay más misterio.
Mesmer lo redescubrió en el Siglo XVIII, aunque haya terminado siendo, injustamente, ridiculizado. No es baladí que, a partir de Mesmer y su "Magnetismo Animal", comienza a tomar relevancia la Hipnosis terapéutica y la única diferencia entre las curaciones energéticas y la hipnoterapia, es la profundidad del estado de sugestión.
El problema consiste en la terminología que cada método sanador usa para intentar explicar cómo funcionan, porque funcionar funcionan. Estas explicaciones, en muchos casos fantasiosas y peregrinas, suelen chocar con la investigación científica, terminando siendo desacreditadas y prohibidas por considerarse estafas, cuando en verdad, no es que curen; pero sí que ayudan a la autocuracion del Organismo por el efecto placebo, autosugestión, que venimos mencionando. Es por ello que estamos en condiciones de señalar que el problema de las terapias complementarias es el cómo se venden al público.
Entrar en disquisiciones metafísicas del tipo que sean solo enturbia el tratamiento de la Verdad y que sea atacada la Terapia por los miopes científicos o por la fanática Religión que ve el diablo en todas partes.
Aleixter Crowley, el verdadero arquitecto de lo que hoy conocemos como New Age, era un tipo con un extraordinario coeficiente intelectual; pero también un arrogante narcisista. Él es el principal responsable de que el lenguaje metafísico y científico se haya introducido en el mundo del Ocultismo y de la Magia. Esto, con el tiempo, ha creado engendros ridículos que se han convertido en lucrativos negocios para los listos que viven de la credulidad de los tontos. Curación por Registros Akashicos, Medicina Cuántica o Reiki pudieran ser unas pocas de esas criaturas usadas para estafar a la gente disfrazadas de verdaderos negocios; pero que, mire usted por donde, de vez en cuando, da resultado y cura a la gente; bueno, ya digimos que son los propios cuerpos los que, con alguna ayudita, se curan a sí mismos.
Mientras que exista gente que necesiten esa ayuda, vamos a llamarla psicológica, para autosanarse, la mayoría; deberían de seguir existiendo las medicinas complementarias que, en realidad, tratan los problemas psicosomáticos de una gran Población hipocondriaca.
Mire usted, el error es vender la moto de una energía externa a nosotros mismos. El Éter del Universo es el mismo que está dentro de nosotros y nos da la Vida. Llámenlo Fuerza vital si desean; pero esa Fuerza Vital es del mismo género y magnitud que la energía Universal que fluye en todo el Universo. Es un error de libro vender el Producto como que la Energía es manipulada por una serie de seres invisibles, llámense ángeles o maestros ascendidos, demonios, santos o vírgenes, cuando en realidad todo es un proceso alquímico, entre los egos de nuestro colectivo de nuestra Personalidad individual, dentro de nuestro interior; eso sí, con ayuda de nuestro buen hipnotizados, perdón, terapeuta y de esas pastillitas homeopáticas que, supuestamente, no sirven para nada; pero que la práctica demuestra que ayudan a curar a la gente.
Y nosotros nos preguntamos ¿Por qué se ha de prohibir o demonizar unas prácticas por el mero hecho de que aún no podemos explicar cómo funcionan, cuando la experiencia nos muestra que se obtienen resultados positivos?
Es un problema, básicamente, de soberbia egocéntrica y de la defensa de unos intereses creados de difícil justificación. Hoy se ataca a la medicina natural y a la homeopatía no porque no funcionen sino porque se ha creado una industria, en su entorno, que compite fuertemente con la medicina halopática y parece ofender a la Industria farmacéutica y ese, señores, es todo el Misterio. La excusa que usan, pues que no existe evidencia científica y punto. Carpetazo y asunto concluido.
Todo es Mente, Todo es Energía y si la Mente posee poder sobre la materia, es lo mismo que decir que la Energía puede equilibrar y desbloquear al Organismo. El resto son construcciones, montajes para ayudar a nuestra Mente a curar a nuestro Organismo, ya sea mediante impulsos nerviosos originados en nuestro cerebro, fruto de nuestra Mente o producido por hormonas químicas fruto de la ingestión de un principio activo médico que influye en nuestras glándulas endocrinas.
Queda mucho para poder comprender la íntima interacción que existe entre la Mente y el Cuerpo. Todavía no conocemos como funciona eso de la memoria del agua en la homeopatía y si se trata de eso o de otra cosa que aún nos somos capaces de imaginar; pero lo que si tenemos claro es que el peor enemigo de las terapias alternativas son los ideólogos de las propias terapias al vender ideas peregrinas, como teorías, y que no llegan ni a la categoría de conjeturas. Muchos, la mayoría de los postulados, que llegan hasta el gran público están equivocados y esas teorías erróneas son utilizadas, por sus enemigos, la Religión y la Ciencia, para desacreditarlos.
Digamos, para finalizar, que muchos de esos problemas no existirían si no hubiese un tráfico económico con ellos porque donde hay dinero siempre hay disputas, el resto, superchería y superstición.
Aralba R+C