"La aberración del Físico Culturismo Profesional"
-Sin sentar un precedente-
Desde aquí no alzamos la voz contra el Culturismo amateur, en tanto que siempre fue un escaparate de salud y desarrollo. Es paradójico que, ahora, al Culturismo saludable se lo denomine como Natural para diferenciarlo del Culturismo Profesional y donde sus atletas se chutan, de drogas, todo lo habido y por haber.
Un espectáculo de Físico Culturismo Profesional parece un Mercado de carne, donde sus participantes muestran unas cantidades de masa magra inaudita y que poco o nada tiene que ver con la genética; a pesar de que dicha Palabra, Genética, se encuentra en boca de todos.
Se habla, creemos que de forma equivocada, de "La Edad de Oro del Culturismo", que por otro lado se corresponde con la fundación de la IFBB por los hermanos Weider. Es la Época de Arnold Swarzeneger, Conan el Bárbaro, y de Lou Ferrigno, La Masa. Es, en éste círculo, fundamentalmente comercial, donde se comienza a potenciar el uso de esteroides y anabolizantes, entre otras substancias hormonales como la hormona del crecimiento o la insulina con el fin de potenciar, de forma artificial, el crecimiento muscular de los atletas.
Antes de ésta supuesta Edad de Oro, cuando todo el Culturismo era amateur y natural, hablamos de la Época del Mr Universo de la NABBA, los culturistas se ponían fuertes a base de cascarse con mancuernas, alterios y poleas y a base de comer mucho pollo, leche y huevos además de muchas vitaminas; pero también de los artefactos existentes en los gimnasios de entonces, en los que no existían las máquinas de ejerctación actuales. Hablamos de las anillas, las barras paralelas, la barra de equilibrio y dominadas así como las escaleras verticales y horizontales, el potro y el plinto. Si, exacto, estamos hablando de la Gimnasia Olímpica de toda la vida y que ahora está siendo eclipsada por su hermana gemela, la Calistenia cuyo origen es militar.
El actual Culturismo profesional ha infectado al Culturismo amateur, mediante los llamados Gyms, de una super-vigorexia alimentada por muchas y caras drogas; generalmente ilegales y muy peligrosas para el Sistema metabólico de sus consumidores. Esto se ha producido por el efecto de imitar a los macizos héroes de las competiciones profesionales. Hoy, todo el mundo conoce que, de forma natural, es básicamente imposible conseguir unos voluminosos cuerpos que dejan mal paradas a las antiguas estatuas griegas.
Personalmente puedo entender que los practicantes amateurs quieran parecerse a sus héroes; pero resulta incomprensible que no se percaten de los efectos secundarios relacionados, en general, con el deterioro irreversible de los riñones, el hígado y el corazón; pero también de las articulaciones, véase Roney Coleman considerado el mejor culturista de todos los tiempos y que hoy puede moverse gracias a una silla de ruedas. Cada día son más los atletas amateurs que colapsan a nivel cardíaco y endocrino muriendo a edades muy tempranas contradiciendo el mensaje de Salud que propagaba el Culturismo anterior a la, mal denominada, Edad de Oro.
Por lo tanto, desde aquí aplaudimos todas las iniciativas empresariales para crear espacios, generalmente gimnasios, libres de productos dopantes y donde prime el esfuerzo, la paciencia y el sentido común; pero también nos sentimos obligados a denunciar el gran daño que ese mercantilismo de los hermanos Weider ha cometido y sigue cometiendo contra las salud humana y poniendo en entredicho la utilidad, como medio de aumentar la salud y la longevidad, que siempre tuvo el Culturismo amateur, ahora denominado natural con el fin de distanciarse de esa otra cosa tan sucia e insana como es todo lo que rodea al Culturismo Profesional, desde su llamada Edad de Oro y que se corresponde con el enriquecimiento, enchufismo atlético y mercantilismo de la Familia Weider.
No, el Culturismo no es la Empresa Weider, ni la IFBB, ni las múltiples competiciones profesionales y semiprofesionales que rodean éste Mercado de carne magra humana. El Culturismo es mucho más que eso y sigue vigente a la sombra alargada de ésta macroempresa sionista disfrazada de Federación.
Aralba R+C