sábado, 7 de mayo de 2022

61 Lección, Sexto Grado, Segunda Orden

 "Medicina y Rosacruz, un vínculo inquebrantable"


-El verdadero ser de la Rosacruz-


Aunque la Rosacruz nace en Tubinga, Alemania, en el Siglo XVII, su inspiración se remonta al Siglo XVI, en la Figura del Personaje real Teofrasto Paracelso y su reconocida actividad como Médico y Químico. Su origen literario surgiría con el ficticio nacimiento en 1378 (Siglo XIV), del legendario Christian Rosenkreutz, cuya Vida y Obra está registrada en la Fama Fraternitatis.


"Paracelso fue un médico nacido en las afueras de Zúrich, en 1493, Suiza y fallecido en Salzburgo, Austria en 1541. Como era común en aquella época, practicaba la alquimia y la astrología, siendo su principal aporte a la medicina moderna la creación de las primeras drogas basadas en químicos y minerales; luego podría decirse que fue el Padre de la Farmacología actual"


Por lo tanto, dado que según se registra en los manifiestos reconocidos, universalmente, de los rosacruces que Paracelso es el gran inspirador de tan Augusta Fraternidad, podemos afirmar sin equivocarnos que la relación de la Rosacruz con la Medicina, desde sus orígenes, es algo que se encuentra fuera de toda duda. Posteriormente, no obstante, ya en el Siglo XVII esa relación se extendería a la didáctica o pedagogía mediante Jhon Amos Comenius (1592-1670) Moravia, actual Chequia, que fuera discípulo del Pastor Luterano Johannes Valentinus Andreae (1586-1654) Alemania, el ideólogo principal de nuestra muy afamada Fraternidad.


Existe, de forma generalizada, la falsa creencia de que la Rosacruz es una suerte de Universidad para la Medicina Complementaria; es decir para la Naturopatía y la Fitoterapia, el Reiki, la Quiropraxia y Osteopatía o la Gemoterapia y la Cromoterapia entre muchas otras, incluyendo la propia Astrología, la Kinesiología y la Iridologia como medios de diagnosticar las diferentes dolencias.


Esa Idea, como decimos muy extendida, se debe a que un gran número de los estudiantes de las diversas escuelas rosicrucianas, al no poseer título Académico de Medicina, consideran que dedicarse a esas técnicas terapéuticas complementarias, les acerca más al ideal de los Hermanos Rosacruces; pero como estamos viendo, la realidad es bastante diferente, en tanto que Paracelso fue uno de los padres de la Medicina Tradicional, independientemente de que en aquella lejana época todavía no existía una diferencia clara entre la medicina clásica o natural y la química que éste Médico suizo inaugurara y que ha llegado hasta hoy.


Es un error frecuente creer que se puede ser un Hermano de la Rosacruz por el mero hecho de practicar algún tipo de actividad sanitaria; en tanto que, lo que queda muy bien reflejado en los manifiestos de los ideólogos rosacruces, es que los Hermanos de la Rosacruz deben de dedicarse, en exclusiva, a la curación de los enfermos; pero, ojo con ésto, sin cobrar por ello y, entonces, ¿Como se come tal cosa?


Según parece, eso de dedicarse a ser un Rosacruz es algo no solo muy complejo, dado que se requiere una completa formación en Medicina, sino que también se deben de tener los recursos económicos necesarios como para realizar, tal labor, de forma absolutamente gratuita. 


Eso solo se puede realizar si la Persona, en cuestión, es rentista, pensionista o poseyera algún tipo de forma, más o menos mágica, de sacar dinero del aire u oro del plomo. Efectivamente, dice la Leyenda que los Hermanos de la Rosacruz eran poseedores de un polvo, procedente de la Piedra Filosofal, con la capacidad de transformar, alquímicamente, cualquier metal en puro oro. 


En éste sentido, debemos de considerar y recordar, a todos nuestros lectores, el sentido profundamente alegórico de los tres manifiestos rosacruces.


Es por ello, la importancia que tiene el conocer que todos los amantes de la Rosacruz somos Estudiantes Rosacruces, dejando eso de Hermanos de la Rosacruz, como una utopía solo al alcance de ocho desconocidos hermanos y con la capacidad utópica de cumplir con tan exigentes requisitos. Eso no quiere decir que los hermanos rosacruces tengan que ser, obligatoriamente, titulados universitarios en Medicina colegiada; pero tampoco que, ese requisito de médico, se pueda suplir con una formación paralela en Medicina Natural y complementaria.


Tenemos, en todo instante, que ser consecuentes con nuestras posibilidades y tener presente lo metafórico de la Profesión Médica para los rosacruces, en tanto que lo fundamental no es la sanación del Cuerpo sino del Alma. Médicos de cuerpos y almas; pero fundamentalmente del Alma. La Medicina que puede sanar el Alma es el Conocimiento de la Verdad; o sea, la Gnósis procedente del Pleroma y a la que podemos acceder, en nuestro interior, mediante la Intuición.


Curando el Alma se sanan los cuerpos. La Medicina de la Rosacruz es una medicina que pertenece a otro Plano Existencial. Quizá la juventud desee llegar a la ancianidad saltándose las experiencias previas; pero eso no puede ser. Por ello, quizá, para llegar a ser un verdadero Adepto Hermano de la Rosacruz, se requiera ser viejo de verdad, y una vez cubierto el cupo de obligaciones para con el Mundo Profano, la vida laboral, dedicar su tiempo restante, ya rentista o pensionado, al servicio de la Rosacruz y de sus semejantes.


La Palabra Sanadora, el Conocimiento gnóstico de la Rosacruz, consiste en predicar la Buena Nueva de Christos, la Cristificación y la definitiva transfiguración del Alma mortal en Alma Inmortal y su simultáneo rescate por parte del Espíritu Santo, el Eterno Christos que mora en nuestro más profundo interior; dicho de otro modo, despertar en los semejantes la Fe y la Esperanza de una Vida Eterna en Cristo.


Los rosacruces son médicos de cuerpos y almas; pero nada se consigue intentando curar el Cuerpo si no se afronta la cura del Alma; sin embargo, una vez acometida la sanación del Alma, la del Cuerpo está garantizada si así lo considera el Ser Interno; porque, de lo contrario, nada se podría hacer, en tanto que la enfermedad también es fruto de experiencias programadas previamente por nuestro Ser Interno antes del nacimiento. Experiencias que deben de experimentarse si o si.


Con todo ello, solo queremos indicar que no hay que obsesionarse con que nos tengamos que convertir en médicos titulados, ni tan siquiera en realizar muchos cursos de medicina natural. Lo que debemos de hacer es mantener una cierta espera pasiva para que sea el propio Cristo el que determine por donde deberá de discurrir nuestra Carrera como estudiantes de la Rosacruz.


Si tu destino es estudiar Medicina, lo harás, que no te quepa duda alguna; pero el deseo de estudiar esto, lo otro o aquello nunca procede del Ser Interno, sino del ego, la Personalidad. Por lo tanto, querido Amigo, no te hagas mala sangre ni obsesiones en adquirir unos determinados conocimientos. Si estos tienen que llegar a ti, no te apures, que así será y si no, serán otros los que tendrás que asimilar porque serán aquellos predestinados para ti y para nadie más.


Aralba R+C