"Ignorancia, superstición, fanatismo exorcismo"
-El regreso del Coco para meter a los creyentes en vereda-
"Vete a la cama y duérmete que, si no, viene el Coco y te comerá"
De tiempo en tiempo aparecen los demonios de diverso pelaje, diablillos de todo tipo y espíritus malévolos para meter en cintura a los, cada vez menos, feligreses que tiene la Iglesia. No existe nada más sencillo que echar la culpa de los males propios a un tercero, en éste caso al siempre dispuesto Satanás y su horda de oscuros secuaces.
La Religión, generalmente, provoca en los creyentes una suerte de mala conciencia, en tanto que todos queremos ser buenas personas; pero hay algo que nos impide serlo tanto como desearíamos. A esa lucha eterna entre el Mundo y el Espíritu, la Religión la ha envasado y vendido a su público como la guerra entre el bien y el mal por adjudicarse las almas humanas.
Los rosacruces son cristianos; pero no pueden creer en el Diablo pues saben de primera mano que se trata de cuentos para mentes ingenuas y así mantenerlas atrapadas como numerarios de la Iglesia. No terminamos de entender cómo en pleno Siglo XXI, todavía hay quienes ciertos trastornos mentales obsesivos los relacionan con una posesión diabólica.
Me podrán decir que ¡Hombre de Dios!, ¿Cómo puede usted compararme una mera obsesión con una posesión diabólica?. El Tema de la Obsesión, producto del desajuste de la Personalidad, puede resultar algo extraordinariamente complejo y de una graduación tan amplia como son los colores del arco iris.
Cuando la Personalidad está bien liderada y dirigida por el Espíritu, su estructura es fuerte y prácticamente inamovible, salvo que se la sometiera a tortura o lavado de cerebro. Dentro de las tácticas de lavado de cerebro podemos incluir al adoctrinamiento religioso.
Ahora bien, cuando una personalidad, con una mente no demasiado "bien" amueblada, está sujeta a la Ignorancia y al fanatismo, es probable que la estructura jerárquica de su Yo sé haya transformado en un entorno caótico y peligroso.
Se dice que existe una posesión diabólica cuando los afectados hablan en lenguas muertas o realizan ciertas proezas que pongan en entredicho las leyes de la física, como levitación, ventriloquía y saltos extraordinarios e inhumanos…
La Rosacruz posee una explicación simple para lo expuesto en el párrafo anterior, en tanto que los yoes que conforman el Yo de la Personalidad son a modo de un enjambre o un hormiguero, donde existen la Reina, los zánganos, las obreras y, por supuesto, las guerreras encargadas de defender la colmena o el hormiguero.
Una personalidad perfectamente estructurada es como un hormiguero o una colmena donde sus reinas gobiernan y cada individuo realiza su trabajo correspondiente. Una personalidad estructurada es exactamente lo mismo que una mente sana. Una Mente que puede estar orientada hacia el bien, mediante la santidad, o hacia el mal mediante la falta de empatía. En éste último caso hablamos de misantropía y psicopatía.
Las personas con éstas características no pueden considerarse como personas enfermas pues son muy conscientes de sus actos, aunque estos vayan en contra del bienestar general de la sociedad. A estas personas no podemos denominarlos como endemoniados, aunque su comportamiento fuese indiferente al que se le atribuye a Satanás mismo.
Lo que se denomina como Posesión Diabólica, la característica de los endemoniados, es un desdoblamiento múltiple de la Personalidad y donde cada yo que pelea por el liderazgo de la Personalidad imprime, en la imagen de la persona, una identidad y memoria diferenciada del resto.
Así podemos tener un yo que se muestra amable o bondadoso que se hace llamar de un modo y al minuto siguiente otro yo guerrero y autodestructivo denominado con otro nombre. Este desdoblamiento de la Personalidad puede estar constituido de dos yoes o de un número indeterminado de ellos.
Esto evidentementemente no va dirigido a aquellas personas incrédulas y ateas sino a las personas que posean la mente abierta, porque los yoes se encuentran muy especializados y pueden tener acceso a diversos registros que podríamos considerar como espirituales. Así, un supuesto poseso, una de sus personalidades podría mostrarse hablando en latín, arameo o sumerio, en tanto que han tenido acceso a los registros de la memoria de la Naturaleza. Otros podrían mostrarse, por el mismo motivo, como personajes famosos de la historia, relatando episodios que, quizá, solo historiadores muy especializados podrían conocer.
Si el yo, generalmente mediante un desdoblamiento simple, es un ego especializado en la mera supervivencia y tiene acceso a una lengua muerta u otro idioma que la Personalidad habitual no conoce, se habla de que pudiera existir algún tipo de posesión; pero que solo sería producto de una serie de concatenación de causas que terminarían provocando una desestructuración de la Personalidad que, condimentado con una depresión, daría lugar a un efecto que los crédulos podrían denominar como posesión diabólica:
1.- Ignorancia
2.- Obsesión con un Tema determinado.
3.- Amueblar la mente con falso conocimiento.
4.- La Obsesión se multiplica.
5.- Se reproduce, como un disco rayado, el bucle obsesión y alimentar la mente con conocimiento erróneo.
6.- Fanatismo debido a una Construcción personal cimentada en falsos cimientos.
7.- Paranoia, al considerar que todo el mundo se encuentra equivocado y se encuentran contra él.
8.- Depresión al llegar a un límite en el que la Personalidad se rinde al sentirse impotente de poder controlar la situación.
9.- Desestructuración de la Personalidad, al haberse rendido los líderes naturales. Es una suerte de suicidio que no llega a materializarse en el plano físico.
10.- Síntomas similares a lo que se denomina, sin serlo, Posesión Diabólica.
Toda Persona que esté pasando por ese fallo estructural de su Personalidad, debería alejarse lo máximo posible, de sacerdotes u otros ministros religiosos, lo cual aumentaría su obsesión, empeorando su enfermedad y dirigirse a psicólogos terapeutas expertos en estas situaciones.
Aralba R+C