viernes, 9 de septiembre de 2016

Ejercicio Aeróbico/Anaeróbico ¿Cual es mejor?

Sin ánimo de crear polémica y, por supuesto, sin arrogarme la verdad y dando por supuesto que la última palabra la tienen los médicos deportivos; intentaré dar mi opinión basada en mi propia, humilde, e intransferible experiencia.

Supongo que, como todo en la vida, la verdad se encuentra en un término medio; es decir que hay que realizar ejercicios de fuerza “anaeróbicos" y de resistencia “aeróbicos”. Los ejercicios anaeróbicos proporcionan el necesario tono muscular para que el oxígeno pueda llegar hasta las más alejadas partes del motor de nuestro cuerpo, el corazón; por otro lado, el ejercicio aeróbico es el más adecuado para oxigenar el Sistema cardio respiratorio en el tiempo más corto posible.

Ahora bien, ¿Qué es más adecuado para nosotros mismos, empezando de cero? Pues todo dependerá de nuestra edad, constitución física y hábitos de vida. Andar no le sienta mal a nadie y supongo que es el hábito que nadie debería dejar por ninguna causa. Unos cuantos kilómetros andando a buen paso, cada día, resultará terapéutico para todo nuestro organismo.

Ponernos a correr dependerá de nuestros hábitos:

Si estamos en forma, delgados, andamos bastante y nuestro trabajo requiere cierto esfuerzo físico; es decir que no nos pasamos doce horas sentados frente a un terminal informático, probablemente no solo no nos hará nada malo sino que nos será beneficioso; no obstante, todo lo que tenga que ver con nuestro Sistema Cardio Vascular es algo bastante delicado y requeriría que pasásemos por un exhaustivo examen médico. Si sale positivo, podremos entrenar bajo un control monitoreado adecuado y sin miedo alguno, mediante ejercicios aeróbicos tipo “Crossfit” y anaeróbicos “pesas y poleas”, para presentarnos a una medio maratón o a un Ironmán.

Generalmente no nos encontraremos en forma, estaremos fondones y llevaremos demasiado tiempo inactivo. En este caso, el más general, es recomendable que nos pongamos a andar primero porque de lo contrario estaríamos forzando nuestro Sistema Cardio vascular y poniendo en peligro nuestra integridad vital. 

En estos casos es preferible empezar con ejercicios anaeróbicos, no muy pesados, que requerirán menor participación del sistema respiratorio al no tratarse de ejercicios de resistencia. De algún modo, así, estaremos dando tiempo a nuestro organismo, fortaleciendo los músculos conductores y receptores de oxígeno, para ir adquiriendo una forma adecuada. 

Una vez lograda, podremos tomarnos en serio lo de entrenar a fondo. Hemos visitado a nuestro médico, lo primero de todo, hemos andado durante unos cuantos meses y realizado algunos ejercicios diarios, anaeróbicos en casa. Si tenemos el consentimiento de nuestro médico de cabecera podremos ponernos a entrenar un poco más en serio y siempre bajo la supervisión de un profesional debidamente cualificado.

Ahora dependerá de nosotros, concretamente de nuestros gustos y habilidades, la disciplina deportiva o atlética que queramos tomar; pero no hay que olvidar algo, salvo que nos queramos convertir en profesionales y la especialidad lo requiera: 

Si decidimos realizar ejercicios anaeróbicos como la halterofilia o el culturismo, no debemos olvidar que deberemos acompañarla de ejercicios aeróbicos, tales que correr o hacer bicicleta en un circuito al aire libre o mediante máquinas “cinta de andar, bicicleta estática y orbital o elíptica” en lugares bien ventilados. En el caso opuesto, de que decidiéramos practicar la carrera en sus diversas disciplinas u otros tipos de atletismo, no debemos olvidar realizar los ejercicios anaeróbicos más apropiados para la disciplina deportiva que hayamos decidido y así potenciar nuestra forma, al respecto, y evitar lesiones.

Como hemos visto, no puede decirse qué es mejor si un ejercicio aeróbico u otro anaeróbico; dado que ambos son complementarios. Lo más importante es llegar a un equilibrio perfecto entre ambas modalidades y, por supuesto, que elijamos aquello que elijamos nos sintamos cómodos con ello porque de lo contrario, con total seguridad, que lo abandonaremos y eso producirá un retroceso en nuestra evolución deportiva.

Una vez que nuestros cuerpos se encuentren en forma, serán ellos mismos quienes nos pidan salir a correr o ponernos a levantar pesas. De algún modo se habrá conseguido una coordinación automática entre nuestras necesidades orgánicas involuntarias y nuestros actos voluntarios.

Decidamos aquello que decidamos, es importante que nuestro médico de cabecera esté al tanto y sea como sea, hacernos con un pulsómetro para monitorizar nuestro ritmo cardíaco y así no pasarnos de nuestros límites y que previamente habrán sido calibrados. También es interesante poseer en casa un tensiómetro “Esfigmomanómetro” digital fiable con el fin de mantener un buen control de la tensión arterial y así podamos prevenir cualquier accidente vascular.

Por lo tanto es una falsa rivalidad la existente entre lo aeróbico y lo anaeróbico; dado que ambos métodos nos son necesarios en diferente medida. Con ambos podremos adelgazar de forma natural y sana, fortalecer nuestro sistema respiratorio y favorecer un sistema cardio vascular ágil y desatascado.

Veámoslo de otro modo. Supongamos que nos vamos a dedicar a la disciplina culturista. Dado por sentado que realizaremos nuestros ciclos rutinarios de ejercicios con pesas y poleas en el gimnasio o en cualquier otro lugar adecuado, no debemos olvidar hacer el cardio con las máquinas apropiadas, realizar estiramientos para favorecer nuestra flexibilidad y que no parezcamos una suerte de Mazinger Z, así como realizar ejercicios funcionales, no tan específicos, que favorezcan la coordinación de los diversos músculos entre sí y así impedir que nos tengamos que mover como si de autómatas se tratara. 

Para ello los sistemas de suspensión tipo TRX son extraordinarios y por supuesto no olvidar, para todo aquel que tenga la posibilidad, practicar la natación.

No quisiera dejarme algo en el tintero. Os preguntaréis ¿es posible realizar cardio con las pesas? Sí, podemos reconvertir ejercicios de Fuerza anaeróbicos en ejercicios de resistencia aeróbicos y que vienen siendo utilizados por los culturistas en su estapa de definición; es decir, tomamos una rutina de series con muchas repeticiones de 30 a 60 con una carga liviana, inferior al 50%de 1RM y sin descanso o muy poco descanso entre las series con movimientos rápidos. Todo ello con el apoyo de una buena ventilación. Ahí tenéis vuestro cardio con pesas. Veréis como sube el ritmo cardíaco. 

A la inversa, del mismo modo, también es posible desarrollar la fuerza realizando Cardio, a parte de técnicas como el Crossfit, tan solo se necesitarán chalecos y ropa especializada que podamos cargar con pesas denominadas lastres y seguir desarrollando, como de costumbre, nuestros ejercicios aeróbicos.

Antonio Ruiz Alba (ARALBA)

Entrenador Personal