miércoles, 24 de noviembre de 2021

23 Lección, Sexto Grado, Segunda Orden

 "Ritual de Curación 1"


Existen diferentes rituales dirigidos a retransmitir la energía del Campo de Sanación Rosacruz. Todos ellos se pueden realizar en solitario, en casa, o de forma colectiva en el campo, un Templo fijo o improvisado.


Es importante conocerlos y realizarlos si se está interesado en convertirse en un Asistente de los Hermanos Mayores de la Rosacruz. Ya dijimos que era suficiente con pedir nuestro deseo, en silencio, mientras permanecemos en la cama a punto de dormirnos; pero podemos acelerar ese proceso con nuestra preparación al respecto. De eso también hablamos.


En primer lugar prepararemos un sencillo Santuario que no posea demasiados elementos decorativos. En éste caso concreto prescindiremos, por completo, tanto de aceites esenciales, velas encendidas como de cualquier tipo de incienso.


Prepararemos la estancia para que resulte cómoda y bien ventilada, con una luz tenue sin que llevemos el lugar a una oscuridad absoluta. El momento será tan importante como el lugar pues requeriremos el mayor silencio posible.


Sobre la base del Santuario, preferiblemente a la altura de nuestros ojos, colocaremos un Símbolo bien iluminado y que será el transmisor de la Energía Curativa del Campo de Sanación que nosotros recibiremos como sujeto receptor y canalizador. Ese Símbolo tiene que ser algo que para nosotros represente algo muy sagrado. 


No sé, estoy pensando en, desde una majestuosa rosa blanca u otra roja a cualquiera de los símbolos rosacruces existentes o inventados, y que para nosotros resulte representativo. 


En éste caso concreto, intentemos evitar imágenes religiosas de cualquier tipo. No deseamos que la energía se disperse sino que se concentre en un punto; el lugar donde se encuentre situado el sìmbolo. 


Acompañaremos, el momento, con una música de relajación a muy bajo volumen; pero lo suficientemente alto para que no tengamos que forzar nuestra atención. También debemos de tener en cuenta la duración del Tema musical y que deberá de ser un poco más prolongada que el tiempo que dure la sesión de nuestro ritual hasta comenzar la última parte de la Meditación y que se realizará en absoluto sulencio.


Una vez preparado el lugar y determinado el momento, nos sentaremos sobre una silla cómoda enfrente de nuestro Símbolo Rosacruz.


Debemos de mantener la espalda recta y apoyada sobre el respaldo de la silla. Nuestras piernas y pies estarán cercanos entre sí; pero manteniendo unos centímetros de distancia, tanto entre nuestras rodillas como entre los talones de los pies. Las manos las colocaremos con las palmas boca abajo encima de nuestros muslos, conformando nuestros codos un ángulo cercano a los noventa grados.


Comenzamos con una respiración natural y acompasada, inspirando el aire por la nariz y expirándolo por la boca, una vez que comprobemos que nuestra respiración se realiza, de una forma natural y sin esfuerzo alguno, comenzaremos a relajar nuestro cuerpo mientras miramos, fíjamente, con los ojos abiertos, al Símbolo Sagrado que tenemos frente a nosotros. 


Tras unos momentos, en la anterior situación, con el fin de fijar la imagen en nuestra mente, entornaremos nuestros ojos suavemente, sin forzarlos y permaneceremos en un estado de meditación previo a la siguiente visualización…


Imaginamos que nos encontramos en un entorno abierto con el cielo sobre nuestras cabezas. De lo profundo de las alturas surge un poderoso torbellino de luz blanca y deslumbrante que impacta con gran fuerza sobre la coronilla de nuestra cabeza. Esa Energía es la fuerza Curativa que procede del Campo de Sanación Rosacruz, procedente del Pleroma, mediante el foco de Shambala que se encuentra en la Esfera Reflectora.


Esa Energía Curativa pasa por nuestra hipófisis o glándula pineal, saliendo por nuestro entrecejo, justo entre los ojos, en forma de un haz luminoso concentrado y multicolor. Ese haz luminoso impacta con un ruido ensordecedor sobre el símbolo que hayamos elegido y que mantenemos fijado en nuestra mente. Permaneceremos, en esa situación, durante unos pocos minutos, hasta que sentimos que el torbellino se desvanece y los rayos luminosos que impactan en nuestro Símbolo desaparecen por completo.


A partir de éste instante, apagaremos de nuestra mente cualquier tipo de visualización o percepción auditiva que no sea la música relajante que tenemos de fondo. Una vez aplacada nuestra Mente, recordaremos, a modo de oración silenciosa, a aquellas personas que tengamos en mente y que necesiten ser sanadas. También pensaremos en los gobernantes de los países en conflicto para que sus mentes se iluminen con la fuerza de la Paz. 


En esa situación de meditación, ya acabada la música, permaneceremos durante, al menos, entre quince y treinta minutos aproximadamente.


Poco a poco retornamos de la meditación abriendo nuestros ojos y comenzamos a manifestar cierta movilidad en nuestras extremidades, espalda y cabeza.


Apagamos la luz u ocultamos nuestro Símbolo Sagrado y apagamos el aparato de música que ya se encontraba en silencio.


Este Ejercicio sería muy interesante realizarlo una vez a la semana, manteniendo la misma rutina, siempre en el mismo lugar y a la misma hora.


Como ya explicamos en una lección anterior, esa Energía procedente del Campo de Sanación de la Rosacruz queda condensada en un Campo Multidimensional y atemporal, del cual, tomarán los Hermanos Sanadores Adeptos de la Rosacruz para utilizarlo en sus trabajos místicos de curación, tanto por sí mismos como acompañados por sus asistentes invisibles; entre los cuales, probablemente, usted ya se encuentre formando parte o esté a punto de estarlo. 


Aralba Pensator Minister, Frater R+C