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jueves, 19 de enero de 2023

73 Lección, Sexto Grado, Segunda Orden

 "Lo disparatado de la terapias alternativas"


-La fuente de un lucrativo negocio-


No, no os habéis equivocado de Lugar. Habéis leído bien; pero antes de echaros las manos a la cabeza, haced el favor de seguir leyendo.


Los sistemas de sanación mística no son ni deben de ser la panacea para conseguir una burguesa calidad de vida. 


La sanación mental, la utilizada por los rosacruces, está diseñada para ayudar a todos aquellos que verdaderamente lo necesiten con el fin de facilitarles su camino iniciático por la Vida.


Cuando se utilizan estos medios alternativos, de sanación, a cambio de dinero, con el fin de facilitar y mejorar las consecuencias de una consciente vida disoluta y disparatada, decimos que se está prostituyendo la capacidad de servicio; en tanto que, se está desviando su natural cometido de ayudar a quienes verdaderamente lo necesitan y lo tienen reaente merecido.


Por lo tanto, nos alegramos mucho por que estos sistemas, ancestrales de sanación, se hayan divulgado entre gran parte de la Población; pero por otro, nos entristece el que sean vistos, desde un prisma profesional, como medio válido para ganarse la vida, cuando ya existen carreras muy exitosas, en ese sentido, como son las de Medicina y Enfermería.


Ciertamente, para convertirse en un verdadero y eficiente médico o en un sanador místico, se requiere un altísimo Grado de vocación. Una Vocación que, en gran medida, se ha perdido en el entramado del corporativismo médico; pero vemos cómo, lamentablemente, también lo hace en el ámbito místico, como consecuencia de transformar el Ejercicio de estas terapias en una Profesión lucrativa.


Para explicar esto hay que considerar que, con los medios utilizados por el misticismo, es el propio sujeto el que se sana a sí mismo; mediante la ayuda del Sanador que, mediante la Fuerza de Sugestión, transmite esperanza a la persona solicitante de su ayuda. 


Todos poseemos, dentro de nosotros, la fuerza requerida para sanarnos, en tanto que corrijamos nuestras rutas de vivencia equivocadas; en tanto que la enfermedad es una suerte de acicate para que regresemos al Camino correcto y que está escrito en nuestro Destino. 


Mientras más nos apartamos de nuestro original proyecto de vida más duramente enfermamos y, por el contrario, mientras más nos acercamos al camino correcto, más plenos de vitalidad nos encontraremos.


¿Estamos diciendo que, mediante las denominadas como "Terapias Complementarias", la gente sana mediante una suerte de autohipnosis"? En parte sí, en tanto que esa autosugestión inducida, mediante los métodos usados por el Sanador, vaya acompañada de una rectificación o cambio de vida; porque, de lo contrario, el alivio, producto de la sugestión, será momentáneo y temporal, no definitivo. 


Por el contrario, la sugestión, en el caso de haberse realizado una corrección vital, tan solo será el detonante que coloque a nuestro Organismo el el verdadero Camino de la Sanación tanto corporal como emocional y mental.


Ésto último es así, en tanto que las terapias naturales, complementarias de la Medicina Tradicional, son un método holístico que va dirigido a la autosanación de la Persona, de una forma integral; es decir, completa, partiendo, no obstante, de que es la Mente la que verdaderamente posee la capacidad de autocuración. 


Así, es la Mente del Paciente, la que, mediante la autosugestión, actúa primero sobre su Campo Emocional y, consecuentemente, sobre los campos Etérico y Físico, realizando las correcciones tanto mentales como emocionales y físicas necesarias. 


Nunca la actitud es tan importante, en nuestras vidas, como cuando necesitamos sanarnos de los males que nos aquejan, con el fin de que resultemos más eficientes en nuestro cometido iniciático; es decir, siempre que la enfermedad sea un impedimento para desarrollar nuestro Camino Iniciático, requeriremos de ser sanados. Sanar es algo así como corregir los malos hábitos adquiridos durante una vida disoluta y equivocada.


Un verdadero sanador místico; es decir, un verdadero Estudiante Rosacruz, ya sean un Discípulo principiante o un Adepto avanzado, se compromete a utilizar lo aprendido, en el ámbito de la sanación mística, con el fin de ayudar a quienes realmente lo necesiten y, ello, de una forma desinteresada y altruísta, sin esperar recibir nada a cambio.


Considerar que la Sanación Rosacruz se puede convertir en una lucrativa profesión es un error descomunal, en tanto que perdidos la vocación altruista y su fin último, ya mencionado, todo el entramado se desmorona y el Método pierde toda su efectividad. 


A lo sumo, los pacientes de aquellos que prostituyen la "Sanación Mística", lo único que conseguirán son un alivio temporal; pero sin consecuencias positivas a largo plazo y, muy importante, el vaciado de sus alforjas; en el sentido de perder su dinero a cambio de una Entelequia que, en ese supuesto caso, no sirve más que para ilusionarnos brevemente, para a continuación, desilusionarnos de forma definitiva; es decir, con la profesionalización de los medios terapeúticos alternativos, solo se consigue desprestigiar el Método místico de Curación, perjudicando a aquellos que, por falta de Fe, al eliminarles la Esperanza, pudieran realmente necesitarlo.


Por lo tanto, los Estudiantes Rosacruces, independientemente de su Profesión, ya sea profana o del ámbito sanitario, tienen terminantente prohibido utilizar el Método Místico de Sanación, mediante Sugestión Mental, en los casos de que la Sanación no haya sido solicitada o que exista un intercambio lucrativo de por medio. 


Un médico, por supuesto que puede utilizar el misticismo para sanar; siempre y cuando, no obtenga un beneficio económico por ello. Un profano en el ámbito de la Medicina Tradicional Alopática, del mismo modo, podrá utilizar el Método Místico para sanar a quienes se lo soliciten, siempre que lo realice por vocación, y no lo convierta en su medio de manutención. 


Así, muchos médicos del pasado teníam dos consultas; una en la que atendían a la gente pudiente y que era la fuente de su medio de vida y otra, dirigida a la gente pobre y menesterosa, en la que sus virtudes, la del médico, eran regaladas a sus pacientes y en donde, a lo sumo, recibía los donativos voluntarios, en especie, de sus pacientes. En ese sentido, los profesionales médicos, iniciados en el Método Rosacruz, tienen prohibidísimo utilizarlo como un medio más de su lucrativa Profesión; otra cosa es que, a parte de su consulta habitual, atendiera, en otra de forma altruista y desinteresada, a aquellos que viniendo a Él, pudieran estar necesitados de sus capacidades místicas de sanación, independientemente de sus recursos o nivel social. 


Recuerden, esas virtudes de sanación o "Capacidad" es la de hacer que sus pacientes descubran, con su ayuda, la capacidad de autosanación espiritual mediante un efectivo comportamiento de Vida y en donde el Sanador solo cumple la mera función de catalizador intermediario mediante su habilidad hipnótica, con el fin de inducir la necesaria autosugestión en sus pacientes.


Aralba R+C