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jueves, 8 de septiembre de 2016

Una aproximación a la Historia del Culturismo y III


Podría decirse que desde la época clásica, la educación física estuvo restringida a los ámbitos militares y a la cultura popular. 

Edmon Desbonet
En el ámbito militar por la necesidad de los soldados de instruirse en la lucha cuerpo a cuerpo y con diverso armamento, desde sables a bayonetas y en el ámbito popular por las costumbres exhibicionistas de diversos pueblos, de cara a conseguir pareja, sobre todos en los descendientes de las tribus celtas, de realizar competiciones de fuerza: Desde el lanzamiento y corte de troncos, hasta el levantamiento de piedras ”Escocia Irlanda y Vasconia” o doblegamiento de reses “Cantabria” y la lucha entre hombres, cuerpo a cuerpo “lucha leonesa”.


Hasta el siglo XVIII, en el Mundo civil, la fuerza hercúlea de algunos hombres dejó algún recuerdo histórico, como en la época del Renacimiento con Miguel Ángel y Leonardo D´Vinci, quienes eran capaces de realizar extraordinarias proezas como trasladar por sí mismos enormes piedras o doblar con las manos las herraduras de los caballos.

Pero no será hasta el siglo XVIII, dentro de la tradición pedagógica de Comenius, que Joham Bernhard Basedow (1723-1790) en Hamburgo incorporaría en las escuelas alemanas la enseñanza sistemática del Ejercicio físico.

Esta nueva corriente de educación física influiría en diferentes países:
Francisco Amorós

En España, el Marqués y militar de carrera, Francisco Amorós (1770 “Valencia”-1848 “París”); debe ser considerado como el artífice de la Educación o Cultura Física moderna. Tras servir con Carlos IV, como buen afrancesado serviría a José I y a Napoleón Bonaparte, instalándose en el Campo de Marte y montando su gimnasio civil/militar donde las tropas de Bonaparte se instruirían en la hipertrofia muscular del tórax, brazos, cuello y cintura escapular, dejando la parte inferior atrofiada en relación con el torso.

En Suecia, Pehr Henrik Ling (1776-1839) dio lugar a una serie de tablas de gimnasia con y sin pesas, Escuela Sueca, que traspasaría sus fronteras, conociéndose mundialmente como Gimnasia Sueca y que viene practicándose hoy en día bajo diversos nombres.

En Alemania, Friederich Ludwig Janh (1778-1852) promociona las primeras organizaciones nacionales gimnásticas, conformando la Escuela Alemana.

En Inglaterra, Thomas Arnold (1795-1892) exporta la moda físico-deportiva del Continente europeo a las islas británicas, dando lugar a la Escuela Inglesa.

Hipólito Triat
No es hasta que Hipólito Triat (1812-1881) Francés criado en Burgos, utilizando las técnicas de hipertrofia que utilizó el Marqués Francisco Amorós con los soldados franceses, que decidió mostrar su cuerpo musculado mediante exhibiciones y fotografías. El chauvinismo francés lo considera como el creador de la Cultura Física.

Por aquella época, en España, personajes tan nombrados como Ramón y Cajal (1832-1934) también fueron practicantes de la Cultura Física o uso sistemático de pesos y resistencias para lograr la hipertrofia muscular.

En Francia, Hipólito Triat, tuvo como discípulos a Eugen Sandow (1867-1925), Bernar Macfadden (1868-1955) y a Edmon Desbonet (1867-1953) quien fundaría en Francia la Ecole Culture Phisique du profesional Desbonet. También abriría múltiples gimnasios, algunos de ellos en España.
Marcel Rouet
De la escuela de Cultura Física de Edmon Desbonet, saldría formado el médico Marcel Rouet (1909-1982) quien en 1948 constituiría la Fundación Culturista Marcel Rouet que expediría diplomas a sus alumnos. Es con el propio Marcel Rouet que nace, bajo la inspiración de su amigo Pierre Ielong, el término Culturismo que se conoce hasta nuestros días.

Juan Ferrero (1918-1958), también discípulo de Desbonet, constituyó diversos gimnasios de Culturismo en Francia y está considerado como el primer Mr Universo de la Federación N.A.B.B.A. “National Amateur Body-builders Association”
Juan Ferrero

Como hemos podido comprobar, durante estos tres capítulos, el hecho de la Cultura Física o más modernamente Culturismo no es algo surgido de la mente de una sola persona sino que ha sido un proceso en el que han intervenido muchas personas, unos bien conocidos y otros que, probablemente, habrán caído en el anonimato.

Basedow sacó del ostracismo militar la educación física y la condujo al mundo civil mediante las escuelas, Amorós sistematizó los primeros ejercicios y fundó los primeros gimnasios de hipertrofia donde podían acceder tanto civiles como militares, Triat fue el primero que mostró de forma pública su cuerpo musculado y puso de moda el espectáculo de la Cultura Física. Desbonet fue el máximo divulgador, en su época de ésta Disciplina y su discípulo Rouet quien la renombró como Culturismo y que ha llegado hasta nosotros con tal nombre y como Físico-Culturismo. 

No queremos acabar con esta reseña histórica sin dar nuestra humilde opinión respecto al Culturismo de antaño, porque lo que ahora existe, fruto de la mente de los hermanos John y Ben Weider así como de culturistas del otro lado del Atlántico surgidos de la halterofilia, han convertido a los competidores del Olympia, y otros concursos de gran prestigio, en máquinas anabólicas de crear materia magra. Lo digo de corazón, parecen una exposición de ganado humano. Desde los años 70 a esta parte pareciera que existe una obsesión por elevar la masa muscular por encima de los niveles considerados como equilibrados o estéticos y para conseguirlo se echa mano de cualquier medio lícito o ilícito, sano o insano. No es de extrañar que la disciplina culturista no sea bien vista por el Comité Olímpico Internacional.

Steeve Reeves

El Culturismo o Cultura Física nació como una disciplina equilibrada donde tanto mente como cuerpo debían de ser abonados y esculpidos. Si la parte intelectual se elimina del Culturismo queda algo solo físico y que poco o nada tiene que ver con el origen de la Disciplina Culturista.

Es muy importante dejar esto claro para evitar que el común del vulgo relacione al verdadero Culturismo de antaño, anterior a los años 70 y de procedencia europea con lo que en la actualidad se conoce como tal y que es seguido por una multitud que, al parecer, solo desea crecer más y más en volumen muscular aunque su mente quede tan chica como la de un cenutrio. Lo importante es verse gigante e hinchado en el espejo. 

El verdadero Culturismo nada tiene que ver con la exageración escultural o el narcisismo; es una disciplina científica, creada por médicos y pedagogos, con el fin de dar un soporte físico sano a una mente sana.
Reg Park

Hoy en día, han surgido con el fin de huir del término, tan prostituido de Culturismo, los palabros de “Culturismo Natural” y “Físico Constructivismo” El primero para dar cabida a los practicantes vegetarianos y el segundo para aquellos culturistas que no quieren saber nada de competir junto a culturistas suplementados con testosterona, diversos anabolizantes, hormona del crecimiento e insulina.

Esperemos que el sentido común impere en esta digna disciplina deportiva y sean los propios atletas, deportistas o practicantes quienes salgan del círculo vicioso de los ciclos anabolizantes para que el Culturismo de antaño retorne a lo conseguido por gente tan conocida como Steve Reeves o Reg Park. La Edad de Oro del Culturismo no comenzó con Arnold Schwarzenegger; sino que frenó en seco y se convirtió en otra cosa que de culturismo no tiene ni la mitad. Es la deuda negativa que la humanidad debe a los hermanos Weider y a sus atolondrados seguidores.

ARALBA