"Liberando conceptos"
-Recuerdo aclaratorio antes de continuar-
Es extraordinariamente importante que los estudiantes rosacruces tengamos claro las limitaciones que tienen el lenguaje escrito o hablado.
Así, no nos queda otra que reconocer como erróneas y solo útiles, en un entorno didáctico, expresiones como terapia o terapeuta, sanación o sanador y paciente. Un Adepto Rosacruz, con la capacidad de facilitar el acceso, a sus prójimos, a su propia energía vital sanadora, no es un médico o un curandero al uso, ni mucho menos pretende sustituir, mediante coadyuvantes místicos, a la Medicina Tradicional.
Esta sustitución de la ayuda de la Energía Sanadora del Campo Energético Rosacruz solo se debe de dar cuando quienes "requieren" esa ayuda no pueden acudir, por falta de medios, a la medicina oficial o tradicional. Por lo tanto, nos debe de quedar claro que el uso de conceptos médicos o paramédicos, en el Tema Rosacruz, solo es un medio para hacernos entender, entre la Población, sin la utilización de conceptos místicos complejos y de muy difícil aprendizaje.
Del mismo modo, de forma reiterada, venimos repitiendo que tanto el Nombre de "Colegio Invisible de la Rosacruz" como los nombres de los nueve grados que venimos utilizando, son un mero "Homenaje", primero a la Rosacruz original del Siglo XVII, y segundo al primer intento, en el Siglo XVIII, por parte de una Comunidad Humana, de constituir una Escuela Rosacruz en el Seno de la Orden Masónica en Alemania "La Rosacruz de Oro del Antiguo Sistema". Por cierto, un número y nombres de grados que han venido utilizando, posteriormente, organizaciones como las Sociedades Rosacruces en Inglaterra, Escocia, Canadá, Australia, Portugal…, o la Golden Dawn en su Orden Interna de la "Cruz de Oro y la Rosa de Rubí".
En la actualidad esos mismos grados se vienen utilizando, de forma discreta, por algunas de las organizaciones rosicrucianas existentes y que elevan dichos grados hasta doce o más, siendo conocidos, estos últimos, de forma errónea, como grados Illuminati.
Dicho lo anterior, repetimos que nuestro Colegio virtual y gratuito, abierto a toda clase de gentes, no es un sucedáneo de la "Rosacruz de Oro del Antiguo Sistema", ni de la actuales organizaciones rosicrucianas existentes, sino un sentido y sincero homenaje a quienes intentaron, en su día, hacer realidad la utópica Asociación que ideara Valentín Andreae en compañía de otros.
Nosotros, tan solo retomamos el testigo y utilizamos dichos nombres y grados, no como una suerte de escalafón progresivo y visible, sino como mero testimonio de la meritoria labor que realizaron otros mucho antes que nosotros.
En éste sentido, es necesario tener en consideración que los verdaderos nueve grados de la Rosacruz son grados internos que no pueden ser concedidos por terceros ni de forma externa. Se trata de un proceso interno que solo puede ser investido y conducido por nuestro Yo Superior, Ser Interno o Cristo, nuestro verdadero Hermano Mayor de la Rosacruz.
Así, entre nosotros y públicamente, nos consideramos como meros "Estudiantes de la Rosacruz" o "Estudiantes rosacruces". Solo nosotros y nadie más puede conocer el Grado Efectivo, que pudiésemos ostentar dentro de la "Gran e Invisible Fraternidad de la Rosacruz".
Sólo es lícito llamar a un Hermano Estudiante Rosacruz, como Maestro, en la intimidad, en lo privado y siempre que no existan testigos externos del acto.
Solo se puede ayudar a otros a que curen sus propias enfermedades si se es un Estudiante Rosacruz del Grado Interno de "Adepto"; es decir, alguien que ha superado los grados de la Primera Orden de "Estudiantado Regular y Probacionista": "Celador, Teórico, Práctico y Filósofo", y haya sido invitado por su Maestro Interior a convertirse en "Discípulo de la Rosacruz" como Adepto Menor, en donde comienza su verdadera preparación mental y emocional, como "Taumaturgo Terapeuta", dentro de la Segunda Orden; pero no es hasta el Segundo Grado; dentro de ésta Segunda Orden de "Discipulado-Adeptado", que el Estudiante Rosacruz comienza a estudiar, en profundidad, los misterios del Arte de la Curación, tanto del Cuerpo, como del Alma y del Espíritu, no pudiendo traspasar a la Tercera Orden del Ministerio de la Taumatúrgia, hasta haber completado los tres grados del Adeptado y haberse convertido en un "Adepto Liberado" (Adeptus Exemptus), liberado de rutinarios rituales y que, sin embargo, fueron necesarios en su camino de aprendizaje, dentro del propio Adeptado.
Del mismo modo que la formas o katas son utilizadas, en las artes marciales, como método de aprendizaje por el Cuerpo Vital del Practicante, ningún combatiente usa las katas en combate, salvo en los falsos combates coreografiados para el cine o el teatro. Así los rituales rutinarios de curación son aprendidos, dentro del Segundo Grado de "Adepto Mayor" Rosacruz, el Sexto de los nueve grados en total; pero cuando un Estudiante ha alcanzado el último escalón de "Adepto Liberado", vale con su mera palabra, una mirada o un simple toque para producir en su Prójimo, el efecto Sanador.
Puede parecer difícil de admitir; pero esto es así y es por lo que a los Hermanos Mayores de la Rosacruz se los conoce como Taumaturgos. Taumaturgos fueron Buda, Pitágoras, Apolonio de Tiana o Jesús de Nazaret.
Es, por ello, dada la falta de éste esencial conocimiento, que puede usted estar seguro de no encontrarse ante un verdadero Adepto de la Rosacruz cuando la persona se autodenomina, a sí mismo como Rosacruz.
Si hay algo que pueda estar tan claro como el agua, en el Cielo como en la Tierra, es eso: Ningún verdadero Rosacruz, jamás, se autoproclamará ni en público ni en privado, como Rosacruz; sino tan sólo como mero "Estudiante de la Rosacruz"; otra cosa es que, en la intimidad, en lo privado, pueda ser denominado como tal o Maestro, por alguien que reconozca la Rosacruz plasmada en el Aura de su Cuerpo Vital.
Solo un Rosacruz puede ser identificado por otro Maestro Rosacruz. Solo un verdadero Rosacruz puede reconocer a otro Rosacruz verdadero.
Todo lo aquí expuesto es fundamental para no caer en la trampa del Narcisismo ni de la egoica Arrogancia.
Somos eternos estudiantes rosacruces en un permanente aprendizaje por conocernos a nosotros mismos, a nuestro Maestro Interior, y para de su mano convertirnos en herramientas útiles al servicio de nuestro Prójimo, la Humanidad. Nada más y nada menos.
Aralba R+C