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viernes, 22 de octubre de 2021

11 Lección, Sexto Grado, Segunda Orden

 Sexto Grado, Segunda Orden "Adepto Mayor":

"El inefable placer de darse a los demás"


El descubrimiento de que Servir es la verdadera Vocación del Ser Humano


Estimados amigos, del mismo modo que nuestro Organismo es un colectivo de células que trabajan de forma sincronizada para hacer posible que seamos, lo que somos, así, la Humanidad no deja de ser otra cosa que un colectivo de individuos que deberían de trabajar, sincronizados, en pos del bien de la Especie Humana y su Futuro.


El Ser Humano posee un divino propósito y es servir a la Misión y Destino de la Especie a la que él pertenece; es decir, su mantenimiento como Especie y expansión por todo el Universo.


¿En verdad esa es la misión del Ser Humano? Al menos eso es lo que nos han contado las grandes religiones del Mundo. ¡Proliferad y creced como la arena del mar o los luceros del cielo! Nos engañan y, si seguimos actuando así nuestro Espíritu unitario se seguirá fragmentando más y más por siempre sin ver un final. El crecer exponencialmente es un atributo de los virus y algunas entidades quieren que nuestro comportamiento sea del mismo modo. Un comportamiento descerebrado y destructivo.


No, la Misión del Ser Humano, como individuo, está tergiversada y dirigida hacia el egoísmo del yo, en lugar de hacia el Sacrificio y la Solidaridad. El Espíritu Humano es eterno e inmortal; pero se nos inculca, desde chiquitos, que sólo existe una Vida que debemos de disfrutar a tope o quemarla pisando el acelerador, atrasemos con lo que sea, porque lo importante somos nosotros y nadie más. Los demás no tienen importancia, nos decimos, y vamos por la vida perdiendo el Tiempo. Sí, porque la Vida no es un Parque de Atracciones sino un Centro de aprendizaje y conducta. Un Centro de Rehabilitación donde los individuos sino tanto los pacientes como los sanadores y ahí es donde quería llegar. Una vez despertamos a dicha condición, la Verdad, entendemos que nuestra Misión en el Mundo no es divertirnos de forma alocada, sino frenar dicha carrera disparatada y ayudar a que la gente que nos rodea despierte del mismo modo.


Nuestra verdadera vocación, la de todos, aunque no lo creamos, es servir a la Comunidad. Sí, el Individuo está aquí para servir a la Comunidad; pero no para servirla según el criterio de religiones, ideologías o partidos políticos, sino según el Criterio del Espíritu Interno que nos ha iluminado. Esto que estamos haciendo ahora mismo es Servicio a la Humanidad, aunque algunos digan que estamos engañando con no sé qué posibles motivos narcisistas. Bien, a pesar de los ataques de la ignorancia generalizada, seguiremos difundiendo la Verdad, aunque solo sea una pequeñísima parte de la Verdad. Aquella que se nos ha dado el privilegio de conocer.


Todo Servicio en pos de uno mismo, del ego o del yo, termina provocando hartazgo y nos conduce al aburrimiento; es por ello que, gran parte de la gente, está sumida en una carrera consumista que pareciera no tener un final. Y no lo tiene porque la consecución de cosas no nos sacia nuestra sed vocacional. Una vez que descubrimos nuestra vocación de servicio a los demás, todo lo que venga permanecerá en un segundísimo plano, porque el Servicio a la Comunidad es lo único que desea nuestro verdadero Ser.


Ese servicio de voluntariado que pareciera no conseguirnos ningún beneficio económico o material, lo llevamos grabado sangre y fuego en nuestro código genético. Aunque nuestros cuerpos estén capacitados para hacer más y más criaturas, llevando la fragmentación del Espíritu Humano hasta los confines de la Eternidad, nuestras almas despiertas nos dice que deberíamos de frenar dicha vorágine reproductora y utilizar todos nuestros esfuerzos, TODOS, en despertar a los demás para que echen el freno y transmitan esa información a todos sus congéneres.


La Humanidad se salvará no por el aumento del número de individuos de la Especie sino por su disminución hasta desaparecer por completo. ESE ES EL MENSAJE QUE EL SISTEMA NO QUIERE QUE ESCUCHES.


En la disolución se encuentra la salvación del Espíritu Humano. Mientras menos cuerpos haya donde encarnar, menos fragmentado se encontrará el Espíritu primigenio del Demiurgo que produjo la existencia de las cosas. Una vez que se haya extinguido el último Individuo de la Especie Humana, resurgirá el Adán Kadmón cabalístico y regresará a su Patria Original como la Divinidad que nunca dejó de ser.


¿Estás preparado para convertirte en un Minister de la Humanidad?


Aralba Pensator Minister (Frater RC)