El Mundo Antiguo
El culto a la Guerra:
Fuerza/Inteligencia
Gilgamesh |
Hasta hace pocas décadas, la
frontera entre la prehistoria y la historia estaba definida por la incapacidad
de interpretar los antiguos jeroglíficos. En cuanto fuimos capaces de
interpretar la escritura cuneiforme de la antigua Sumeria, se pudo trasladar la
valla de la Historia entre los 6.700 a.c. con la cultura neolítica de Jarmo y el 2.350 a.c., con la usurpasión del Reino Sumerio por parte del acadio Sargón. La Historia comienza con la escritura, y las tabillas sumerias de
arcilla es lo más antiguo que, al presente y como referencia, poseen los
historiadores.
Seríamos ilusos si pretendiéramos
que en aquella lejana época hubiese consciencia de una cosa denominada historia
y es por ello que la mayor parte de la escritura que nos ha llegado podemos
considerarlo como algún tipo de historia exagerada o condimentada con fantasías
y que con el tiempo pasaron a denominarse como mitos y leyendas. Es como si, de
algún modo, nuestros ancestros no tuviesen muy claro la diferencia entre
Historia y Novela.
Luchadores griegos |
Aquellas cosas que les sucedían,
en el mundo de lo real, estaba relacionado de un modo u otro con la influencia
de las divinidades que controlaban las fuerzas de la naturaleza y ¿por qué no?,
la del propio Ser Humano. Las hazañas de los antepasados, que se transmitían
mediante signos escritos, quedaron reflejadas como algo digno de las
divinidades o como poco de héroes humanos que habían sido engendrados por algún
Ser Superior, Dios.
Gilgamesh en Sumeria, Arjuna
discípulo de Krsna en la India, Sansón en los antiguos escritos bíblicos, los
divinos faraones de Egipto o Herakles en la Grecia clásica y su homónimo Hércules
en Roma y toda una retahíla de Héroes, primos entre sí por vía divina, plagan
toda la literatura de la mitología humana, tanto de las civilizaciones nórdicas
como indoeuropeas.
Sansón |
Todos estos semidioses
ancestrales, de mortalidad humana, poseían dos características inconfundibles:
Su inteligencia fuera de lo común y una fuerza sobre humana que les permitía
salir airosos de las más extraordinarias aventuras.
Queremos hacer constar que todas
esas exageradas historias con mucha probabilidad no fuesen otra cosa que la
herencia de una tradición oral que con el paso del tiempo, al ser transcritas
en signos legibles, se fue transformando hasta convertirse en extraordinarias leyendas
muy alejadas de las posibilidades reales de la capacidad física humana, que no
de su inteligencia e imaginación.
Encendido de la antorcha olímpica |
Será en la antigua Grecia, cuna
de la civilización europea, donde tomará plena constancia el culto a la fuerza
del ser humano. Con el nacimiento, en la Edad Oscura (1.200 a.c. - Siglo VIII a.c.), de las polis o primeras ciudades estado,
también lo hicieron las primeras universidades o gimnasios, donde se
ejercitaban de forma armoniosa tanto la mente como el cuerpo de los ciudadanos y ciudadanas griegas.
Aunque sea difícil de comprender y en realidad no sepamos el por qué último de tal actitud, lo cierto es, que las actividades de los gimnasios en la Grecia clásica se realizaban en plena desnudez.
Aunque sea difícil de comprender y en realidad no sepamos el por qué último de tal actitud, lo cierto es, que las actividades de los gimnasios en la Grecia clásica se realizaban en plena desnudez.
Tenemos constancia del armonioso ejercitamiento
muscular, de los griegos, gracias a las imágenes de sus vasijas y de las
estatuas que han llegado hasta nuestros días; pero además por la ingente
cantidad de literatura y mitología, incluida la homérica, donde se reflejaban
las heroicidades y aventuras de los fundadores de nuestra actual Civilización.
Hércules |
La protección de los gimnasios
estaba conferida al Héroe Teseo. Las leyes escritas sobre ese tema fueron
de Solón, donde se limitaba y regulaba
en tiempo de Clistenses (400 a. c y 500 a. c)
El gimnasio (Gymnos, lugar de
desnudez), además de escuela de
filosofía, también era utilizado como baño comunal, entre otras actividades.
El primer gimnasio se ubicó en
Pompeya, el cual era una institución dedicada a la instrucción física y
espiritual. También funcionaba como instalación de entrenamiento para
competidores en juegos públicos además de para socializar.
Los gimnasios eran instituciones públicas para jóvenes y adultos, hombres y mujeres, donde se impartían entrenamientos de carreras, lanzamiento de disco, salto de longitud, lucha, Pugilato. Todo ello, ha llegado hasta nuestros días como los famosos Juegos Olímpicos que se iniciaran tiempo atrás, por el 776 a.c.
Los gimnasios eran instituciones públicas para jóvenes y adultos, hombres y mujeres, donde se impartían entrenamientos de carreras, lanzamiento de disco, salto de longitud, lucha, Pugilato. Todo ello, ha llegado hasta nuestros días como los famosos Juegos Olímpicos que se iniciaran tiempo atrás, por el 776 a.c.
Leónidas I y sus 300 espartanos |
Otro hecho, bien conocido y no
por ello bien entendido, es que los poderosos y valerosos guerreros espartanos entraran en combate, en completa
desnudez, tan solo ataviados por una simple capa y armados de un escudo y una
corta espada.
Según el Padre de la Historia, Herodoto, conocido es el hecho de la derrota espartana, al mando del Rey Leónidas I, en la batalla de las Termópilas, 480 a.c., ante las poderosas fuerzas del Imperio Persa de Jerjes I; pero en una lucha desigual y donde unos desnudos trescientos espartanos hicieron frente y dado muerte a miles de preparados y avituallados guerreros persas equipados con armamento pesado, llevado por elefantes. La batalla duró tres días y en ella murieron los trescientos guerreros espartanos que allí se enfrentaron, junto a su Rey; pero fue el inicio del declive y posterior derrota del imperio Persa.
Según el Padre de la Historia, Herodoto, conocido es el hecho de la derrota espartana, al mando del Rey Leónidas I, en la batalla de las Termópilas, 480 a.c., ante las poderosas fuerzas del Imperio Persa de Jerjes I; pero en una lucha desigual y donde unos desnudos trescientos espartanos hicieron frente y dado muerte a miles de preparados y avituallados guerreros persas equipados con armamento pesado, llevado por elefantes. La batalla duró tres días y en ella murieron los trescientos guerreros espartanos que allí se enfrentaron, junto a su Rey; pero fue el inicio del declive y posterior derrota del imperio Persa.
¿Por qué entraban en combate
desnudos?
Iban desnudos como muestra de
valor y de no tener miedo a la muerte. Iban desnudos para provocar el pánico
entre sus enemigos, dada su hipertrofia muscular y su fuerza asociada. Una
musculatura desarrollada en los gimnasios desde la más temprana edad y una
disciplina militar y guerrera que era más que reconocida en todo el mundo
antiguo.
Una musculatura ante la cual, los
fornidos guerreros persas quedaban anonadados e impotentes sin saber cómo
responder ante aquellas montañas de fuerza muscular humana que se les venía
encima sin amilanarse ante su superioridad militar y numérica.
Representación entreno de Milón de Crotona |
Los griegos eran conocedores de
que la hipertrofia muscular y el aumento de fuerza solo era posible cargando, cada vez y de forma
progresiva, con pesos más grandes y de ello dan fe algunas imágenes de las vasijas
que debían formar parte del utillaje de los gimnasios.
Es conocida la leyenda de Milón
de Crotona (Siglo VI a.c.), quien es considerado el padre de la resistencia progresiva. Milón, casado con la filósofa Mia, hija de Sócrates y Téano, se
hizo popular por transportar cada día un ternero en sus
hombros hasta que el animal tuvo cuatro años de edad, por lo cual, su fuerza y tamaño muscular había ido aumentando con el paso del tiempo. Por último, tras dar ciento veinte pasos, con el buey a cuestas, dio muerte al animal.
"Como testimonio de su gran fuerza muscular, también se cita el caso de que asistiendo a una lección de Pitágoras, con varios discípulos, el techo se vino abajo y Milón lo sostuvo hasta que todos salieron del recinto"
"Se cuenta que un día paseando por un bosque, encontró un árbol rajado por los leñadores que habían puesto una cuña en una hendidura. Queriendo partir el árbol con las manos, quitó la cuña, pero entonces las dos partes del tronco se unieron dejándole atrapada la mano y así fue devorado por los lobos"
Aralba
Próxima entrega: El Renacimiento
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